Una alimentación saludable implica consumir una variedad de alimentos que proporcionen los nutrientes necesarios para mantener un buen estado de salud. Esto incluye una combinación equilibrada de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales. Es importante prestar atención a la calidad de los alimentos que consumimos, optando por alimentos frescos y minimizando el consumo de alimentos procesados. Una dieta equilibrada ayuda a mantener un peso adecuado, prevenir enfermedades y promover la salud general.
• Variedad: Incluir diferentes tipos de alimentos para asegurar una amplia gama de nutrientes.
• Equilibrio: Proporción adecuada de macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) y micronutrientes (vitaminas y minerales).
• Moderación: Controlar las cantidades para evitar el exceso de calorías y nutrientes.
• Adecuación: Adaptar la dieta a las necesidades individuales, como edad, nivel de actividad y estado de salud.
Los participantes crearán un collage que muestre los beneficios de elegir alimentos frescos y naturales sobre los procesados, destacando consejos prácticos para integrar estos alimentos en la dieta diaria